La importancia de la sharía en proyectos CSP en la región del Golfo

ACWA Power, de Arabia Saudí, ha aumentando en poco tiempo su cartera de proyectos CSP en la región M

La empresa ha comenzado a utilizar en los países del Golfo un mecanismo de financiación que cumple la sharía y presenta algunos aspectos en común con el sukuk, una forma poco conocida de financiación.

Por Susan Kraemer

Traducido por Alexandra Aretio

¿Por qué es necesario que el sector de la CSP conozca estos mecanismos de financiación?

Geográficamente hablando, debido al alto requerimiento de radiación directa normal, la CSP está ligada a las zonas desérticas del mundo. Y, con una política climática cada vez más progresiva en países de Oriente Medio y el Norte de África (MENA, por sus siglas en inglés) como Marruecos, el mundo islámico está adoptando una posición importante en la implementación de CSP.

No obstante, debido a los estrictos límites morales recogidos por la ley islámica en materia de inversión, también hay un gran número de inversores potenciales en la región con similar cantidad de capital soberano infrautilizado.

Asimismo, el movimiento de inversión ética global podría encontrar atractiva una financiación que cumpliera la sharía, debido a sus requisitos de que los proyectos cumplan los estándares éticos o aporten nociones aceptadas en todo el mundo del bien público.

Por tanto, la financiación que cumple la sharía podría aportar un nuevo fondo de liquidez muy amplio para una financiación de estructuras potencialmente disponible y destinada a desarrollar la cartera de CSP.

Asimismo, entre los países del Golfo que han impulsado el mecanismo de financiación sukuk que cumple la sharía, Baréin ha liderado el camino, mientras que Dubái (en los Emiratos Árabes Unidos) ha anunciado el objetivo de convertirse en el centro global para el sukuk en los estados el Golfo.

En 2014, el Consejo Supremo de Energía de Dubái (DSCE, por sus siglas en inglés) firmó un acuerdo de servicios de consultoría con el Banco Mundial según el cual colaborarían en el diseño de una estrategia de financiación para un programa de inversión ecológica en Dubái, que incluirá bonos verdes y el sukuk.

El Reino Unido, que cuenta con vínculos regionales, ha empezado a ajustar sus leyes para permitir que el sukuk compita con los bonos convencionales.

Funcionamiento del sukuk

Como en la financiación de equidad fiscal de los Estados Unidos, el inversor posee una parte del activo, sukuk (la forma plural de sakk o "certificado"), que es una financiación basada en activos pero conforme a la ley islámica. Las ganancias proceden de los ingresos generados por el activo, por ejemplo, en el caso de un proyecto de CSP, a través de un contrato de electricidad de 25 años con una empresa de servicios públicos.

Como el ingreso no procede de intereses, esta forma de inversión cumple la ley islámica, que no permite recibir intereses de dinero prestado.

El inversor puede esperar recibir una parte de las ganancias del dinero generado una vez que el activo físico esté en funcionamiento, pero también comparte los riesgos en el caso de que no funcione.

Como ocurre en la financiación de bonos, este se paga en la fecha de su vencimiento, pero la diferencia es que presenta beneficios de intereses deducibles, (en algunas jurisdicciones sus distribuciones periódicas no son deducibles). El Reino Unido, Singapur y Luxemburgo han trabajado para abordar este desequilibrio legislativo.

A diferencia de la financiación de capital, el propietario del sukuk no posee parte de la empresa y, en realidad, no puede vender el sukuk si el proyecto fracasa.

Por tanto, presenta riesgos.

El sukuk está sujeto a las mismas leyes de seguridad que se aplican a otros mecanismos de financiación disponibles en cada mercado. Los mercados de bonos de Londres, Luxemburgo y Dublín han sido los primeros occidentales en ofrecer el sukuk, pero ahora el movimiento se dirige cada vez más hacia la región MENA. Por eso, este tipo de financiación podría ser interesante para el sector de la CSP con su creciente cartera en la región.

Hasta hace poco, se había presentado el sukuk como una alternativa. Pero el interés por este modelo ha ido aumentando y hay indicios de que podría convertirse en una opción de financiación importante aunque solo sea por los que se interesan en usarla.

ACWA Power no ha emitido sukuk

A pesar de las nuevas informaciones que revelan que ACWA Power ha emitido sukuk, no ha sido el caso.

ACWA Power ha creado un fondo de inversión cautivo: Powervest. Cumple la sharía, porque los retornos proceden de poseer una parte de un activo físico que se utilizará para prestar un servicio y no de los intereses del dinero prestado.

No se trata de sukuk pero cumple la sharía como los sukuk.

En Powervest, los inversores tendrán el derecho, pero no la obligación, de ser coinversores y copropietarios de los nuevos proyectos que desarrolle la empresa pero obtendrán beneficios procedentes de generar activos como copropietarios, no como prestamistas. En el marco de la ley islámica, los inversores pueden invertir (y ser copropietarios) de los activos que desarrolla una empresa, pero no pueden prestar dinero a la propia empresa.

De hecho, el Islam no aprueba el pago de intereses. Solo puede utilizarse el dinero como un mecanismo de intercambio para otros bienes y servicios, no para pagar intereses ni vender deuda destinada a generar intereses. Asimismo, los bonos convencionales están prohibidos porque representan una deuda y generan intereses.

Carteras de inversiones más amplias, financiación más eficiente

"La financiación que cumple la sharía es otra fuente de liquidez; de hecho, una gran fuente de liquidez”, —declara el director ejecutivo de ACWA Power, Paddy Padmanathan—. “Los inversores que siguen la fe islámica solo invertirán en aquello que sea coherente con la enseñanza islámica y, por tanto, hay una cantidad considerable de dinero buscando un hogar".

Entre los inversores de Powerfund se encuentra la Corporación Árabe de Inversiones Petroleras (APICORP, por sus siglas en inglés); el Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés); la Empresa de Gestión de Inversiones Saudi Aramco (SAIMCO, por sus siglas en inglés); la Empresa de Inversión Árabe (TAIC, por sus siglas en inglés) y el Banco Islámico de Desarrollo (IDB, por sus siglas en inglés).

"Se utilizará Powervest para que la inversión de capital complemente nuestros propios fondos. Lo que hace es permitirnos utilizar nuestro capital en más proyectos —explica Padmanathan—. En cualquier caso, se trata de una innovación en el Consejo de Cooperación del Golfo ya que es un fondo 'cautivo' que solo invertirá en proyectos que desarrolle ACWA Power".

Es un mecanismo de financiación eficiente.

A diferencia de la inversión de capital habitual que se desarrolla proyecto por proyecto, los fondos de Powervest seguirán estando disponibles para el desarrollo de proyectos en curso "con los términos y las condiciones consensuados ampliamente una vez, y no es necesario negociarlos una y otra vez para cada proyecto, por lo que implica preocupaciones mínimas y eficiencias máximas".

Sukuk se adecua mejor a la refinanciación

Mientras que Powervest permite la futura financiación, lo contrario ocurre en el caso del sukuk. "Los sukuk, como los bonos, son adecuados, por lo general, para refinanciar la fase posterior a la construcción, cuando el activo está en funcionamiento ya que, posteriormente, podemos aplicar los fondos en un pago único", explica Padmanathan.

"En caso contrario, el problema es que se recauda el dinero y se mantiene, lo que incurre en un importante coste, y solo puede implementarse después progresivamente para pagar el coste de construcción mientras se completa el trabajo. En un proyecto fotovoltaico, en el que la construcción dura meses en vez de años, es un poco más gestionable, aunque todavía hay una carga de costes".

"Pero, en el caso de la CSP, con un período de construcción de más de 30 meses, el coste de esa financiación sukuk, recaudada al inicio y guardada en una cuenta bancaria haciendo nada, hace que sea inasequible".

Podría emitirse una serie de sukuk más pequeños para cubrir los costes de construcción incrementales pero, incluso supondría un riesgo en la financiación:

"¿Qué ocurre si un ejercicio posterior de recaudación de fondos no aporta los fondos y te quedas con la construcción de media planta o si en el momento de llegar a la siguiente fase de financiación el tipo de interés base ha subido?".

Surge la necesidad de que se innove en financiación ya que ACWA Power está tomando el liderazgo rápidamente en el mercado de la CSP, con 550 MW de proyectos otorgados ya en 2015 y 1000 MW planificados en la región MENA para finales de año. Se trató de Noor I y, ahora, Noor II y III, en Uarzazat (Marruecos). En Sudáfrica, está desarrollando el proyecto cilindroparabólico Bokpoort de 50 MW y el de torre Redstone de 100 MW con SolarReserve.

Por tanto, aunque el sukuk también presenta ventajas, para la refinanciación, lo que ha diseñado ACWA Power es un mecanismo de financiación que mejora el futuro desarrollo, al captar la gran cartera de posibles inversores que buscan un tipo de inversión que cumpla la sharía pero sin las limitaciones que presenta el sukuk.